VIGO

Antiguo Teatro Cine Fraga

Esta era la puerta principal de entrada al Teatro-Cine Fraga que abrió sus puertas el 27 de marzo de 1948 con el estreno de la película española ‘Botón de ancla’, de Suevia Films. Se trataba de la productora del empresario vigués Cesáreo González, que iniciaba sus filmes con una bandera de Vigo ondeando sobre la ría. Para algunos, esto podría ser un rasgo de patriotismo “vigués”, pero tenía una justificación económica. El cierre del cine tuvo lugar el 28 de junio de 2001 y su última proyección fue la película ‘Lara Croft: Tomb Rider, protagonizada por Angelina Jolie. El edificio está situado en la calle Uruguay número 3 de Vigo y se mantiene cerrado en la actualidad.

Este cine nació como un empeño personal del empresario Isaac Fraga Penedo, quien ya tenía varias salas en Galicia y presentó ante el ayuntamiento de Vigo en verano de 1941 el proyecto de un cine, el más majestuoso del país, convencido de que el pujante Vigo era un lugar perfecto para el negocio del espectáculo. Cuando se inaugura, el resultado está a la altura de los sueños del industrial carballinés: un teatro-cine dotado con 1.758 localidades. Actualmente, no existe ninguna sala en la ciudad con esta capacidad, ni siquiera el auditorio Mar de Vigo.

En el bajo del mismo edificio, también se encontraba la discoteca (salón de baile) «Nova Olimpia».

«Imprenta Juan Compañel» – Vigo

Fachada del edificio en la calle Real, 12 de Vigo, donde se encuentra una plaza donde se recuerda el origen de la imprenta.
Continuación de la fachada calle Real, 12 de Vigo

En el antiguo número 12 de la calle Real de Vigo se encuentra el edificio en el que el santiagués Juan Compañel estableció su imprenta. De aquí, salió la primera obra en gallego tras los «Séculos Escuros» (Siglos Oscuros) en Galicia: «Cantares Gallegos», de Rosalía de Castro.

La imprenta comienza su labor con la impresión del periódico La Oliva, la primera publicación de carácter progresista que estaba dirigida por los hermanos Chao y que contaba con la participación asidua de redactores de la talla de Manuel Murguía,  marido de Rosalía.

Aquí se dieron a conocer los escritos de grandes escritores de la época como Eduardo Pondal, Aurelio Aguirre o Alfredo Brañas. Pero sería un 17 de mayo de 1863 cuando la imprenta sacaba a la luz su libro más relevante: «Cantares Gallegos», un poemario en el que la escritora nos presenta un viaje por la Galicia más campesina y marinera a la vez que habla con orgullo y morriña la belleza de los paisajes gallegos.

Comenzaba así el resurgimiento a la etapa cultural que se desarrolló a lo largo del siglo XIX y que tuvo como característica principal la revitalización de la lengua gallega como vehículo de expresión social y cultural tras el periodo de «oscuridad» que se conoce como «Séculos Escuros» (siglos oscuros).

En honor a este momento de la historia, cada 17 de mayo se celebra en Galicia el «Día de las Letras Gallegas», jornada en la que se homenajea a todas aquellas personas que hayan destacado por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de la lengua.