«Romperse la crisma»

Esta empresión significa «romperse la cabeza» o «hacerse una brecha en la cabeza». El origen es religioso y la palabra «crisma» es el término que en algunas iglesias cristianas se da a un óleo consagrado el Jueves Santo con el que se unge en la cabeza a los catecúmenos cuando se les bautiza. Se trata de una mezcla de aceite de oliva, considerada como símbolo de fuerza y de dulzura, y de un bálsamo. El recipiente donde se guarda ese «crisma» se llama «crismera» que es un pomo o recipiente, generalmente de plata.