«Ser un vivalavirgen»

Se conoce como un «vivalavirgen» a la persona que se comporta de manera despreocupada e informal. Se usa coloquialmente y su origen podría proceder de los ambientes marinos, ya que, antiguamente, antes de embarcar, los marineros estaban en formación y debían de ir indicando que allí se encontraban y el último gritaba: ¡Viva la Virgen!, para pedir protección en el viaje. Solía suceder que el último que llegaba al recuento y, por lo tanto, el que cantaba la frase, era el más irresponsable del grupo, así que se le empezó a llamar así, de manera genérica, a alguien despreocupado e irresponsable.